Ágora y El Cono de Apolonio

Este largo fin de semana he ido al cine a ver Ágora de Alejandro Amenabar. La película, muy aconsejable, trata sobre la vida de Hipatia, hija de Teon, matemática y astrónoma brillante en un mundo cada vez más dominado por la religión y los fundamentalismos y menos por la razón y la ciencia.

A lo largo de la interesantísima trama de la película se nos muestran algunos instrumentos arcanos que les permitían modelizar y entender el mundo a los antiguos griegos.

Es el caso de la esfera armilar, los astrolábios o el cono de Apolonio.

Apolonio de Perga está considerado uno de los padres de las matemáticas junto con Pitágoras, Tales de Mileto o Euclides. Sus trabajos en geometría se centraron en el estudio de las características de las cónicas, recogidas posteriormente en un libro que llevaba un nombre realmente curioso: Cónicas.

Las cónicas se definen como las curvas que se generan al cortar con un plano diferentes puntos de un cono. Así pues surge la idea (y el útil) del cono de Apolonio que ponia de manifiesto la existencia de estas curvas y permitía su estudio de manera sencilla y categórica.

Otra imagen de las cónicas

Así pues tenemos que las cónicas son:

– un círculo: corte con un plano paralelo a la base del cono

– una elipse: corte oblícuo con respecto a la base

– una parábola: corte paralelo a una generatriz del cono que atraviesa su base

– una hipérbola: corte más o menos paralelo a la altura del cono enfrentado a su imagen unido por el vértice.

La importancia del estudio de las cónicas se reveló casi 2000 años después cuando Kepler o Newton descubrieron su papel fundamental en la mecánica celeste.

Apolonio de Perge

Apolonio de Perge (foto de carnet)

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