Y las patas, y el tórax, y el abdomen…
Si no que se lo cuenten a este macho de Mantis religiosa que tras la cópula queda tan prendido de su amada que se ofrece por entero a su amor y Ella tan enamorada que se lo come a mordisquitos (literal y canibalmente hablando).
Ay el Amor que tiernos que nos pone (y que jugosos)…
Filed under: Ecology | Leave a comment »